En numerosas ocasiones, cuando una persona contacta con un despacho de abogados para plantearle su caso desconoce la figura del Procurador de los Tribunales, o ignora que es un profesional requerido en muchos procedimientos judiciales, que, como cooperadores de la Administración de Justicia, se encarga de la representación de los ciudadanos ante los Juzgados y Tribunales. En este artículo te vamos a explicar por qué es una figura tan necesaria.
El Procurador de los Tribunales es un profesional liberal e independiente, licenciado en Derecho, que conoce el funcionamiento de los órganos jurisdiccionales y que garantiza la igualdad de las partes en el proceso judicial, a las cuales representa de manera directa, voluntaria, legal y técnica. Esta representación se acredita mediante un poder expreso y suficiente.
Los procuradores son, por lo tanto, un colectivo profesional que forma parte del sistema judicial en España, y ejercen una función administrativa. Son colaboradores necesarios de la Administración de Justicia.
Para ser procurador es necesario un título de licenciado o graduado en Derecho y obtener el título de procurador expedido por el Ministerio de Justicia. A partir del año 2012 debe, además, haber realizado un Máster en Derecho.
Por otra parte, esta profesión se encuentra dentro de las de colegiación obligatoria, la cual se realiza en el Consejo General de Procuradores y los Colegios de Procuradores autonómicos.
El Real Decreto 1281/2002, de 5 de diciembre, por el que se aprueba el Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales de España, recoge la normativa vigente que regula la actuación de los procuradores.
QUÉ HACEN LOS PROCURADORES
A diferencia del abogado, que asume el asesoramiento legal y la defensa del cliente, el papel del procurador es representarle en los trámites ante los tribunales; es decir, actúa en nombre de otra persona, empresa o entidad.
Para ello entrega y recibe documentos y notificaciones del juzgado, teniendo el mismo efecto que si se las entregaran o provinieran del ciudadano. Actúa en todas las jurisdicciones del Derecho y participa en todo el procedimiento judicial, responsabilizándose y agilizando los trámites y ofreciendo una comunicación objetiva y fidedigna sobre su desarrollo. Al mismo tiempo, tramita al abogado todas las resoluciones y escritos que presenta, velando por los intereses del cliente y guardando el secreto profesional.
Funciones de un procurador
Algunas de las principales funciones del procurador son:
- Representación procesal de sus clientes ante los Juzgados y Tribunales.
- Gestión y pago de las tasas judiciales en representación de los clientes.
- Recepción y remisión de notificaciones.
- Cómputo de plazos y vencimientos.
- Presentación y elaboración de escritos.
- Tramitación de oficios, mandamientos y exhortos por delegación del órgano judicial.
- Publicación de edictos y anuncios oficiales en los Boletines Oficiales, periódicos, etc.
- Diligencias de notificación, emplazamiento y citación a la parte contraria por encargo de nuestro cliente y delegación del Juzgado.
- Realización de todas las gestiones necesarias para el buen desarrollo del proceso judicial.
El procurador actúa a través de una designación o poder que se debe otorgar ante un notario, tal como lo determina el artículo 24 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
También puede realizarse "apud acta" personalmente ante cualquier oficina judicial o por comparecencia electrónica en la correspondiente sede judicial.
La contratación de un procurador es obligatoria para litigar en casos de tipo penal (cuando se dicte el auto de apertura del juicio oral), civil (salvo excepciones) y en la jurisdicción contencioso-administrativa, cuando se trate de un proceso ante un órgano colegiado (Tribunal Superior de Justicia, Audiencia Nacional o Tribunal Supremo).
En otros casos no es necesaria la representación de un procurador judicial, si bien suele ser recomendable, de la misma manera que es recomendable contar con la defensa de un abogado.
El procurador también es necesario cuando el cliente no tiene capacidad legal (por ejemplo, si es menor de edad o tiene una discapacidad mental y quiere firmar un contrato). Adicionalmente, es necesario en los casos en que el cliente está fuera del país y desea celebrar un acuerdo mientras está ausente (por ejemplo, la compra de una propiedad).
DIFERENCIA ENTRE PROCURADOR Y ABOGADO
El procurador actúa como un puente de comunicación entre la Justicia y el ciudadano realizando gestiones administrativas para agilizar el proceso, mientras que el abogado no sólo defiende a la parte, sino que por lo general va más allá, asesorándole incluso a nivel personal.
El abogado no puede suplir al procurador; ambas profesiones son incompatibles.
En Procuradores Legales contamos con expertos procuradores en todos los Partidos Judiciales de España. Si eres abogado y necesitas un procurador que te agilice los trámites legales, o si eres un ciudadano y necesitas representación en los tribunales, o incluso si eres procurador y estás buscando a un colega de profesión que ejerza en otra demarcación judicial, estaremos encantados de ayudarte.