Cuando decides embarcarte en un proceso judicial, una de las primeras preguntas que seguramente te haces es: "Si gano el juicio, ¿quién paga los honorarios de mi abogado?". Es una duda muy común, ya que enfrentarse a un litigio implica asumir costes que no siempre son despreciables. En Procuradores Legales queremos ayudarte a entender cómo funciona el tema de las costas procesales y qué sucede cuando obtienes una sentencia favorable.
LA REGLA GENERAL: EL PRINCIPIO DE VENCIMIENTO
La normativa procesal española establece, con carácter general, el llamado "principio de vencimiento". Según este principio, la parte que pierde el pleito suele ser condenada a abonar las costas procesales, que incluyen los honorarios del abogado y del procurador de la parte vencedora, entre otros gastos.
Esto significa que, si ganas el juicio, lo más habitual es que el juez imponga el pago de tus costes a la parte contraria. De esta manera, no solo resultas vencedor desde el punto de vista jurídico, sino que además obtienes un resarcimiento económico por los gastos que has afrontado para defender tus derechos.
¿QUÉ GASTOS SE INCLUYEN EN LAS COSTAS?
Las costas procesales engloban diversos conceptos, entre los que se encuentran:
- Honorarios del abogado: La remuneración por el trabajo de preparación, asesoramiento y defensa durante todo el litigio.
- Honorarios del procurador: El profesional que se encarga de tu representación ante el tribunal, gestionando notificaciones y documentación procesal.
- Tasas judiciales: Impuestos que, en casos específicos, deben abonarse para acceder a la justicia.
- Honorarios de peritos: En caso de que se necesite la opinión de un experto técnico.
- Gastos de testimonios, notificaciones y otras diligencias procesales.
En definitiva, las costas representan el conjunto de desembolsos necesarios para que el procedimiento judicial llegue a buen puerto.
¿EXISTEN EXCEPCIONES?
A pesar de que el principio de vencimiento es la norma general, hay matices. Por ejemplo, el juez podría decidir no imponer las costas a la parte perdedora si considera que existen "serias dudas de hecho o de derecho", es decir, si la cuestión resultaba compleja o novedosa y se podía defender razonablemente cualquiera de las posiciones.
Además, si se gana el pleito solo de forma parcial (por ejemplo, si reclamabas 10.000 euros y el juez solo reconoce 5.000), la imposición de costas puede ser distinta. El tribunal, en estos casos, podría:
- Imponer las costas a una de las partes.
- Repartirlas proporcionalmente.
- Decidir que cada uno asuma las suyas.
¿QUÉ PASA SI EL OTRO NO PUEDE PAGAR?
Si la parte perdedora es condenada en costas, pero no dispone de recursos para hacer frente al pago, la situación puede complicarse. Tu abogado y procurador, en ese caso, estudiarán la viabilidad de ejecutar la sentencia, lo que podría implicar embargos de bienes o cuentas bancarias de la parte contraria.
De todas formas, es importante analizar previamente la solvencia de la contraparte o consultar con tu abogado y procurador sobre las posibilidades reales de obtener un cobro efectivo de estas cantidades.
EL PAPEL DEL PROCURADOR EN LA RECLAMACIÓN DE COSTAS
En todo este proceso, el procurador juega un papel fundamental. Se encarga de representarte ante el tribunal, de recibir notificaciones, presentar escritos y, en definitiva, de agilizar el procedimiento. Una vez que obtengas una sentencia favorable y se impongan las costas a la parte contraria, tu procurador, en coordinación con tu abogado, se encargará de gestionar la reclamación de esas cantidades, lo que incluye:
- Presentar la tasación de costas ante el Letrado de la Administración de Justicia.
- Impugnar posibles objeciones de la otra parte sobre los importes.
- Iniciar la ejecución si la parte perdedora no paga voluntariamente.
CONSEJOS PARA AFRONTAR LOS HONORARIOS
- Presupuesto previo: Antes de iniciar el litigio, solicita a tu abogado y procurador un cálculo aproximado de lo que podrían suponer los honorarios. Así tendrás una idea clara de a qué te enfrentas.
- Consulta las posibilidades de acuerdo: A veces, llegar a una solución amistosa antes de acudir a juicio puede ser más rentable en términos económicos, evitando la incertidumbre de quién terminará asumiendo las costas.
- No te desanimes por las costas: Si tienes una buena base jurídica para tu reclamación, el riesgo de ser condenado en costas disminuye. Un buen asesoramiento legal es clave.
EN RESUMEN
- Si ganas un juicio, normalmente la otra parte debe pagar los honorarios de tu abogado, tu procurador y el resto de gastos procesales.
- Hay excepciones, como casos de dudas jurídicas o sentencias parcialmente favorables.
- El procurador es quien se ocupa de las gestiones procesales, incluyendo la reclamación y tasación de costas.
- Tener un buen equipo legal y evaluar la viabilidad del caso te ayudará a minimizar riesgos y costes.
En Procuradores Legales contamos con una amplia experiencia representando a nuestros clientes ante los tribunales. Nuestro objetivo es que obtengas el mejor resultado, tanto desde el punto de vista jurídico como económico. Si tienes dudas sobre la imposición de costas o necesitas asesoramiento legal, estamos a tu disposición para ayudarte a tomar las decisiones adecuadas. ¡Contáctanos y deja tus intereses en buenas manos!