Si en alguna ocasión te has visto envuelto en un proceso judicial seguro que has oído eso de que es necesario abogado y procurador, pero ¿conoces las funciones y competencias del procurador y en qué se diferencia de un abogado? En este post te vamos a contar a qué se dedica este profesional del Derecho y qué puede hacer por ti.
QUÉ ES UN PROCURADOR
El Procurador de los Tribunales es, ante todo, un colaborador de la Administración de Justicia. Licenciado en Derecho, especialista en Derecho Procesal y miembro del Colegio de Procuradores de la ciudad donde ejerza su profesión, su función primordial es la representación de las personas ante los Tribunales.
El procurador agiliza los procedimientos y revisa los plazos y las formas conforme a derecho. Si hace bien su trabajo, pasará inadvertido, pero un error en sus funciones puede ser fatal.
Su actuación dentro del proceso permite una justicia más rápida sin retrasos indebidos. Los procuradores flexibilizan la labor del abogado especializado que estudia y dirige el caso, evitando dilaciones innecesarias durante el proceso, pues siempre están al corriente de los actos procesales que hay fijados en el tribunal. Así, la persona o empresa a la que represente un procurador evitará tener que acudir ante el tribunal para verificar el estado procesal de su caso.
Además, desempeñan el papel de colaboradores de los órganos jurisdiccionales para realizar todas las gestiones administrativas necesarias. El procurador colabora con el Sistema Público de Justicia sirviendo de conexión jurídico-formal entre los tribunales y los ciudadanos incursos en causas judiciales, realizando todas las gestiones necesarias para el buen desarrollo del proceso judicial.
Su figura está regulada por la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que en su artículo 23 establece que:
La comparecencia en juicio será por medio de procurador legalmente habilitado para actuar en el tribunal que conozca del juicio.
¿Qué diferencia hay entre procurador y abogado?
De forma resumida, la principal diferencia entre el abogado y el procurador es que el procurador representa, mientras que el abogado asesora y defiende al cliente. Ambas profesiones son incompatibles; es decir, no pueden sustituirse ni tampoco intercambiar funciones.
FUNCIONES DEL PROCURADOR
Algunas de las principales funciones de un Procurador de los Tribunales son:
- Representación procesal de los litigantes ante los Juzgados y Tribunales. Ostenta la representación jurídica y exclusiva tanto de personas físicas como jurídicas. En ese sentido, es el encargado de velar por los intereses de su representado.
- Interposición de los escritos redactados por los abogados que dirigen el proceso, conforme se requiere en cada órgano jurisdiccional.
- Realización de los trámites correspondientes al abogado que dirige el caso, tales como antecedentes, instrucciones, documentos, pruebas, etc.
- Redacción y presentación de diligencias o escritos para impulsar el procedimiento, así como para la realización de solicitudes, promoción de pruebas, peticiones para la investigación de domicilios, patrimonio, tasación de costas, remociones, tacha de testigos, cauciones o cesión de créditos, entre otros.
- Recepción y remisión de notificaciones.
- Cómputo de plazos y vencimientos.
- Tramitación de oficios, mandamientos y exhortos por delegación del órgano judicial.
- Publicación de edictos y anuncios oficiales en los Boletines Oficiales, periódicos, etc.
- Diligencias de notificación, emplazamiento y citación a la parte contraria por encargo de nuestro cliente y delegación del Juzgado.
- Solicitud provisión de fondos y/o factura, directamente con el cliente.
- Gestión y pago de las tasas judiciales y los depósitos exigidos para la admisión de los distintos recursos.
¿QUÉ HACE UN PROCURADOR EN UN JUICIO?
En España, un procurador es un profesional jurídico que representa a las partes en un juicio ante los tribunales. Su principal función es actuar como intermediario entre el cliente y el juzgado, gestionando todos los aspectos procesales del procedimiento judicial.
A diferencia del abogado, que se encarga de la defensa y asesoramiento legal, el procurador se enfoca en la representación procesal y en garantizar el cumplimiento de los trámites legales.
Sus responsabilidades incluyen:
- Representación procesal: El procurador representa legalmente al cliente en el proceso judicial, asegurando que se cumplan todas las formalidades y requisitos legales establecidos.
- Gestión de documentación: Presenta y recibe escritos y documentos ante el juzgado, como demandas, recursos y otros escritos procesales necesarios para el avance del caso.
- Notificaciones y comunicaciones: Recibe las notificaciones y resoluciones del juzgado y las comunica al abogado y al cliente, garantizando que estén informados de todos los acontecimientos del proceso.
- Control de plazos: Supervisa y controla los plazos procesales para evitar retrasos o incumplimientos que puedan perjudicar al cliente.
- Coordinación con el abogado: Trabaja en estrecha colaboración con el abogado del cliente para asegurar que todas las acciones legales se realicen de manera efectiva y conforme a la ley.
- Ejecución de resoluciones: Participa en la ejecución de sentencias y otras resoluciones judiciales, facilitando su cumplimiento y gestionando las diligencias necesarias.
La intervención del procurador es obligatoria en la mayoría de los procedimientos judiciales en España, especialmente en asuntos civiles y mercantiles que superan ciertos límites económicos. Su papel es esencial para el correcto desarrollo del proceso judicial, asegurando que todas las actuaciones se realicen adecuadamente y dentro de los plazos establecidos.
En Procuradores Legales contamos con expertos procuradores en todos los Partidos Judiciales de España. Si eres abogado y necesitas un procurador que te agilice los trámites legales, o si eres un ciudadano y necesitas representación en los tribunales, o incluso si eres procurador y estás buscando a un colega de profesión que ejerza en otra demarcación judicial, estaremos encantados de ayudarte.